El viento era lo más verdadero, lo único quizás, además de la distancia de alma a alma mientras caminábamos uno al lado del otro.
Y entendí que, a pesar de las circunstancias, deposité en un ideal muchos más recuerdos eternos que en cualquier persona.
Jamás nos escuchábamos. Yo, porque siempre terminaba mirándote, me bastaban tus gestos, y el sonido que vertías en cada palabra, el sonido. Tú, porque siempre pensabas que te hablaba con diálogos recortados de libros y te distraías intentando adivinar. El resto del tiempo lo gastamos al ritmo de los zapatos, caminando, hasta que un buen día nos quedamos callados, pensando haber dicho demasiado.
Igual que esa tarde en que lo único verdadero era el viento. Lo único que nos traspasaba en serio hasta los huesos hasta hacernos explotar.
Y la distancia.
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imagen: el actante Pancho
* un día antes de que te fueras
4 comentarios:
Tal vez porque lo único verdadero de días como ese es el viento, es que yo siempre lo llevo en el cabello, como el mar a la orilla de la playa.
=*
Tengo la boca llena de palabras calladas y ausencias que esperan abordar una noche sin olvido.
cuando hablas así me acuerdo de la despedida del año pasado (tú de seguro recuerdas los números) y de pronto de fondo suena É isso aí....
y te digo "esa canción no puede ser más tuya"
Paciencia Danelí, ya saldrán esas palabras con sus respectivos vocativos...
que disfrutes los libros!!! =)
pepa, este texto me encantó....
Disculpame, queria saber si podrias conseguirme la imagen de oxido, pero mas grande, ya que la preciso para un trabajo en la facultad. Te dejo mi mail, nitansola.nitantriste@hotmail.com
Desde ya, gracias :)
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