y...otro Abril de colección

Lo que él necesitaba era encontrar en el mundo real la imagen irreal que su alma contemplaba a menudo. No sabía dónde ni cómo encontrarla, pero una voz interior le decía que esta imagen se cruzaría en su vida, sin ninguna intención definida de su parte…
Habrían de encontrarse tranquilamente como si ya se conocieran y hubieran concertado cita, tal vez en alguna puerta o en algún lugar más secreto. Estarían solos, rodeados por el silencio y la oscuridad: y en ese momento de suprema ternura él se transfiguraría. Se desvanecería en algo impalpable bajo los ojos de ella y al instante siguiente se transfiguraría. Se desprendería de la debilidad, la timidez, la inexperiencia en ese momento mágico.

James Joyce- Retratro del artista adolescente

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A pocas horas de que nuestro Abril se transfigure y se desprenda de nosotros
¿se desprenda?

pero aún nos queda otoño
y otro Abril de colección

imagen: Consuelo Castillo- Jardín Botánico, Valdivia

And so it is

Recuerda que lloró cuando descubrió la distancia

Y recuerda que una mañana ocurrió el descubrimiento de la sombra.

Y supo que la sombra siempre vuelve, traída por el sol, como un anillo en busca del dedo o un abrigo viajando hacia el cuerpo.



Y se acostumbró.

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puros recortes
imágenes de The blower's daughter - Damien Rice
algunas líneas de Historia de la Sombra de Galeano

La Relojería del abuelo

Ese día llegué con una seguridad de repertorio. Años pasaron antes de volver a pisar esas callecitas que creía conocer, aunque en el fondo, sabía que sólo me pertenecían por los relatos de otros, los de la gente grande. Esa seguridad me impulsaba a caminar como si lo conociera todo, apropiándome de esos rincones repletos de historias de sobremesa, y que entonces fueron mi único mapa.

Por no parecer una extraña, me inventé la idea del viaje de rutina, por eso llegué dormitando y de a poquito los sentidos empezaron a reaccionar. La feria, la gente, las flores y el mar, que todavía se afirmaba en su centro desconocido, continuaba sin salirse de sus bordes. Algunas personas me miraban con cara de saludo, yo, simplemente no reconocí a nadie, pero asumí después del tercer saludo, que seguramente me confundían con la imagen que quedó por ahí de mi madre.

Tantos tic-tac, tanto polvo y manecillas, tanta historia sin papel.

-Hija, voy al servicio y vuelvo altiro

-Sí abuelo, no se preocupe, me quedo cuidando.

Y esas palabras que van cambiando y que dan cuenta del paso del tiempo como si con los relojes no bastara.
¿Será que el tiempo se pierde? ¿Se gana? Los ritmos se intercalan

Puedo mirarlo desde aquí, puedo mirar al tiempo con lupa, por dentro, puedo desarmarlo y sacarle el polvo y los números si es que quiero.
Porque en la relojería del abuelo, puedes hasta tener el tiempo en tus manos y tienes tantos tiempos que nuca es malo guardarte unos cuantos en los bolsillos para cuando te hagan falta.

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A mi abuelo

No somos mas
que una gota de luz

una estrella fugaz

una chispa tan solo en la edad del cielo
No somos lo que quisieramos ser
Solo un breve latir
en un silencio antiguo con la edad del cielo

Drexler

LA ASTRONOMIA

Una estrella fugaz cae en su mirada. ¿Qué hace usted?

Juan Luiz Martinez- La Nueva Novela

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Con el ojo que me queda, aún muy perturbado pienso en el otro ser al que le cayó la estrella fugaz en la mirada.
Las estrellas fugaces caen siempre en la mirada de dos personas a la vez, a una una le cae en un ojo y a la otra en el otro. Dondequieraquestén

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palabras en tren
en tren tuerto
en tren cuentro
en

un día antes

El viento era lo más verdadero, lo único quizás, además de la distancia de alma a alma mientras caminábamos uno al lado del otro.

Y entendí que, a pesar de las circunstancias, deposité en un ideal muchos más recuerdos eternos que en cualquier persona.

Jamás nos escuchábamos. Yo, porque siempre terminaba mirándote, me bastaban tus gestos, y el sonido que vertías en cada palabra, el sonido. Tú, porque siempre pensabas que te hablaba con diálogos recortados de libros y te distraías intentando adivinar. El resto del tiempo lo gastamos al ritmo de los zapatos, caminando, hasta que un buen día nos quedamos callados, pensando haber dicho demasiado.

Igual que esa tarde en que lo único verdadero era el viento. Lo único que nos traspasaba en serio hasta los huesos hasta hacernos explotar.

Y la distancia.

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imagen: el actante Pancho

* un día antes de que te fueras

Textura de óxido

"Porque era verdad que podían pasar siglos sin verse, que nunca le había escrito y que las cartas de Peter eran de una terrible sequedad; pero de repente, se le ocurría: si estuviera ahora conmigo, ¿qué diría?"

La señora Dalloway- Virginia Woolf

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ausente...
Sólo puedo aferrarme a fragmentos de otros. Textura de óxido en plena lluvia.

la metáfora

y tras la ventana...

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Al actante Pancho, por el dia de la metáfora
y a todos quienes sientan este
gracias por las puertas y ventanas

LA CASA DEL ALIENTO, *
CASI LA PEQUEÑA CASA DEL ( AUTOR )

a Isabel Holger Dabadie......
a Luis Martínez Villablanca

(Interrogar a las ventanas.........
sobre la absoluta transparencia
de los vidrios que faltan)...........

a. ... La casa que construiremos mañana
....... ya está en el pasado y no existe.

b. ... En esa casa que aún no conocemos
....... sigue abierta la ventana que olvidamos cerrar.

c. ... En esa misma casa, detrás de esa misma ventana
....... se baten todavía las cortinas que ya descolgamos.

* "Quizás una casita en las afueras
....donde el pasado tiene aún que acontecer
.... y el futuro hace tiempo que pasó".

........................................ (De T. S. Eliot, casi).

Juan Luis Martinez- La Nueva Novela

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mañana a media tarde aceptamos un nuevo desasosiego y recibimos las respuestas a las preguntas que un día intentamos responder....

Esquinas rotas

Benedetti en su momento habló de Primavera con una esquina rota.
Con el tiempo me di cuenta que las esqinas están rotas en cualquier estación, sólo basta con recorrerlas de a poco para notarlo porque caminando rápido se corre el riesgo de tropezar y caer.

Hoy, hoy tengo mi Otoño con una esquina rota.
No cuento con los materiales para su reparación; no hay procedimiento, no hay pautas, no hay planos ni medidas , NADA. Pero, ese no es el mayor problema. Sucede que esta esquina se rompió hace un año,

sí, el Otoño pasado,

y recien ahora que vuelvo a recorrerla me doy cuenta.

¿Cuántos otros destrozos habré dejado en el camino de las estaciones que ahora vuelvo a recorrer? en espiral

Benedetti, hasta donde sé, nunca mencionó prodecidmiento alguno para reconstruir su Primavera, excepto con versos, acomodando las palabras necesarias en los resquicios imprevistos.
Y es que no hay procedimiento, no hay pautas, no hay planos ni medidas y quizás la solución única es acomodar las palabras, las que nos quedan para salvarnos de los tropiezos.

Hoy, hoy tengo mi Otoño con una esquina rota. Duele tanto tropezar.Tanto.
¡Necesito esas palabras!








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Neruda y el Consumismo.

¿Cómo saben las estaciones
que deben cambiar de camisa? 1

Porque ven en las vitrinas de las tiendas el avance de temporada. 2

(cuec)

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1. Del Libro de las preguntas de Neruda.
2. Juego de preguntas y respuestas con Yenny Paredes hace ya casi un año..