jueves, marzo 8



Instrucciones para cantar

Empiece por romper los espejos de su casa, deje caer los brazos, mire vagamente la pared, olvidese. Cante una sola nota, escuche por dentro. Si oye (pero esto ocurrirá mucho después) algo como un paisaje sumido en el miedo, con hogueras entre las piedras, con siluetas semidesnudas en cuclillas, creo que estará bien encaminado, y lo mismo si oye un río por donde bajan barcas pintadas de amarillo y negro, si oye un sabor pan, un tacto de dedos, una sombra de caballo.
Después compre solfeos y un frac, y por favor no cante por la nariz y deje en paz a Schumann.



Julio Cortázar- Historias de cronopios y famas


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imagen: Desembocadura frente a Mancera

Nota al pie que camina: Preciso este espacio para dar algunos agradecimientos.

A mi papá quien a la brevedad se puso con la matrícula para que pudiera imprimir un comprobante y así poder activar la credencial para pedir libros en la biblioteca en este 2007 académico. Al señor de la biblioteca por antederme rapidito. A Thomas Mann por no aparecer nunca con su Muerte en Venecia, por ofuscarme con su jueguito de las escondidas, porque en definitiva, fue el sentimiento de frustración el que me impulsó al estante de "más allá" en el intento típico de completar los cuatro libros que las posibilidades reglamentarias nos permiten traer a casa.
Cabe señalar que, no es que lea los cuatro libros en el plazo estipulado para "colección general" no se malentienda (no leo tanto), sino que simplemente se ha transformado en una curiosa costumbre similar al placer que produce arrancar la hojita donde timbran las fechas que indican los plazos límite.
A veces leo con los dedos y desemboco en una página, tan sólo una, suficiente para satisfacer la conciencia y devolver con una sonrisa el libro en cuestión. Entonces puedo decir con aires de bagaje, en una conversación cualquiera, "sí, algo leí". Qué risa.


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1 comentario:

Danelí dijo...

¡Qué pilla!
Creo que arrancar la hojita de las fechas es realmente adictivo, como el café del casino chico, el Mantecol, el bonobon, el pistacho, las faldas, los pañuelos, Artelibros, Drexler, Serrano, Simón, Leonor, la costanera, la lluvia, la ropa americana, las libretas, las agendas, los lápices, los colores, el otoño y abril (que ya no puedo pensar en uno sin el otro).
Agradezco por mi parte haber compartido contigo todo lo antes mencionado =)
Beso para vos, con sombrero y dolor de espalda.
muacks!

(falta una vaca que dice muuuu, los cuadernos con ovejitas, y las galletas de avena con chocolate sin harina)