jueves, marzo 29


CELEBRACION DE LAS BODAS DE LA RAZON Y EL CORAZON


¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos? Desde que entramos en la escuela o la iglesia, la educación nos descuartiza: nos enseña a divorciar el alma del cuerpo y la razón del corazón.

Sabios doctores de Etica y Moral han de ser los pescadores de la costa colombiana, que inventaron la palabra sentipensante para definir el lenguaje que dice la verdad.

El libro de los Abrazos- Eduardo Galeano




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A Mandy, por prestarme el libro durante tanto tiempo. Por citarlo esta tarde.



8 comentarios:

Letra dijo...

"Un hombre solitario no puede hacer máquinas ni fijar visiones, salvo en la forma trunca de escribirlas o dibujarlas, para otros, más afortunados." Adolfo Bioy Casares. La invención de Morel
Desde el otro lado de los Andes, un beso Pepa!

Anónimo dijo...

¿la iglesia enseña a separar el alma del cuerpo? Pero ¿no que Dios quiere que con nuestro cuerpo vivamos de acuerdo al alma y a lo que siente cada uno?

pepa dijo...

Galeano es ateo y creo que es lo que más me duele de entre lo que he alcanzado a conocer de él.
No lo justifico en absoluto, pero, me consta que utiliza el término "iglesia" como sistema de poder, de dominación; una institución que NADA tiene que ver con Dios (porque Galeano lo desconoce por completo), con Aquél que se revela a través de la Palabra. Me atrevería a decir que incluso ignora lo que ella dice acerca de Él y por ende, de sus deseos o preceptos.
Uno de los objetos de crítica predilectos de este autor, es la iglesia,-como tú lo has notado- que se mezcló con el Estado (a partir del 310 d.C aprox), en la que primaron los estatutos humanos, las jerarquías, las imposiciones arbitrarias que distan de lo que Dios revela en Su palabra hasta llegar a extremos aberrantes. Evidencias históricas nos sobran…

La Iglesia del Dios verdadero, no es una institución, ni una organización; es un organismo, es decir, personas que le reconoce a El como máxima autoridad porque lo dio todo por nosotros a través de Cristo.
Galeano no conoce a esta Iglesia espiritual, sino a la otra, la humana y por eso la critica.
Yo, haría lo mismo.

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Si, al menos sirve de evidencia, cito lo que Pablo escribió en su primera carta a los Tesalonicenses:

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo."
1 Tesalonicenses 5:23

Dios no separa la razón del corazón, es más, nos revela que somos trinos: espíritu, alma y cuerpo.

Anónimo dijo...

o sea, es eso que hablan, que ¿la Iglesia de Dios son los que creen él y forman el cuerpo de Jesucristo? (algo figurado, creo que entiendes ¿cierto?)- ¿es esto?

botas de agua dijo...

Ahora entiendo el por qué de mi existencia tripartita. Pero, Pepa, ¿crees que ateos y creyentes son muy diferentes? ¿crees que es una diferencia irreconciliable?

Danelí dijo...

Fragilidad en el co-razón....así decía Pilleux (que no es ateo pero es facho =P)
Ese sería mi aporte por hoy =)

Un placer haberte encontrado de espaldas y con lunares, y qué exqusito el abrazo.

Anónimo dijo...

En cuanto a la pregunta que hizo " botas de agua", yo creo que son irreconciliables- mas que nada van por un distinto camino según lo que creen y sienten. Por lo que he logrado entender, leer(tanto en este Blog como en forma personal) y meditar sobre preguntas contestadas por la dueña de este Blog, veo eso; que el ser creyente es creer en el amor de Dios ( que eso involucra aceptar muchas cosas y vivir por esa creencia, o no?) y si los ateos no creen esto, por lo tanto a la vez no lo sienten y encaminan sus pensamientos y consecuencias hacia otro lado---espero estar cerca de la respuesta

pepa dijo...

Anónimo Nº1: La Iglesia de Dios de la que hablaba más arriba (diametralmente opuesta a la que cita Galeano) es justamente eso que dices “el cuerpo de Cristo”. Es una figura, concuerdo con lo que dices, y agregaría que es una preciosa figura que nos revela que ningún miembro es mayor que otro, sino que por el contrario todos somos útiles como partes del cuerpo, dirigidos por la cabeza que es Cristo. Cito de nuevo, (porque la Palabra es viva y eficaz..)
“Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.” (1 Corintios 12:27)

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Botas de agua: Existen varias formas de enfrentar la primera pregunta, la de la diferencia. Creo que no hay nada en nuestra naturaleza mortal que nos haga distintos. Todos tendemos al error, no podemos salvarnos a nosotros mismos, todos ..nacemos con un vacío espiritual que intentamos llenar de mil formas (música, poesía, por ejemplo, que creo a ti y a mí nos llenan exquisitamente) Sin embargo, son satisfacciones momentáneas y eso diferencia a un creyente de alguien que no cree (en este caso ateo); porque quien cree puede decir con seguridad que ha sido rescatado de todo el vacío que existe en este mundo, NO POR SUS PROPIOS MÉRITOS, SINO POR CRISTO, quien vino a este mundo para revelarnos a Dios, a aquél que nadie ha visto y su alma está satisfecha y rescatada para una eternidad que no alcanza a caer en nuestros pensamientos, pero que muchos, aún sin creer, avalan en su deseo de trascendencia. Dios ha puesto eternidad en nuestros corazones.
Por eso, la diferencia no tiene que ver con la relación que tengamos entre nosotros, seres humanos, (reconciliable o irreconciliable), la diferencia tiene que ver con nuestra relación con Dios, con nuestra condición espiritual: de vida o muerte.
Y tener clara esa relación, es fundamental.

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Anónimo Nº2: (que quizás es el 1 también): Sin duda, la diferencia de nuestras vidas radica en lo que creemos, porque si lo creemos, se convierte en el eje fundamental de nuestras decisiones, de nuestras acciones. Gracias por las intervenciones y todo este diálogo. =)


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Danelí: Es un gusto tenerte de vuelta por estos caminos blogísticos,tanto más reconfortante es tenerte cerca todos los días...
Siempre nos quedan conversaciones pendientes
y abrazos....

Gracias Danelí...