
Nadie sabe lo del puente
la lluvia después del concierto
el barco hundido
Nadie entiende lo que dicen las paredes o quién dejó su marcador olvidado en el libro de García Márquez, en un ayer indefinido, con un mensaje de Benedetti diciendo que en la calle codo a codo somos mucho más que dos.
[como si con Cien años de soledad no nos bastara para preguntarnos: y ahora qué]
[ni magia, ni estupidez humana, o las dos]
Y escribo, porque otra vez terminó la película. No ésa, otra, otra más, y no tuve el valor de llamarte y decirte
lo del puente
la lluvia después del concierto
el barco hundido
porque aunque no lo sé
y aunque no te diga
siempre habrá
ceniza de luz
y un buen mito que inventar
**********
bienvenido al mito
al otro lado del puente
al otro lado del río
imagen: recorte incial sacado de http://www.fotolog.com/valdiviafoto/
el que se desenganchó del astillero la noche del último temporal, que se había hundido, que estuvo en collico, corral, valdivia, que el dueño, que quedó en la quiebra, que el seguro, que el lavado de dinero, que el edificio sin terminar, que encalló, que el éxtasis, que.. quiensabe...
4 comentarios:
y es que nadie sabe como llegó allí ni como dejamos la historia a un lado y nadie se preocupa de nada pero todo está bien porque te deduces que escribes para ti y la gente que recíprocamente llega a tu blog
saludos ñe!
Mi torpeza hizo que posteara en la entrada anterior, cuando en realidad, mis palabras estaban dedicadas para esta.
Un abrazp.
Cuando se me estaba apagando esa llamita, y los párpados pedían ya una tregua de papel, vino un barco a anclarse en mis riberas. Vino para exhalarme un hálito de niebla, de naufragio vencido por la temeridad de sus hierros. Se hundió sin complacencia, y ¿sabes qué?, sentí que murmuraba el mito de nuestra existencia. No aquél que piensan todos, incluso tú y yo misma en las noches de tormenta. No querida, más bien ese mito reinventable, reescribible, cuando alguien osa decir que ya nada es nuevo bajo el mismo sol.
Esa tarde, quise darte ese "en la calle codo a codo somos muchos más que dos", pero una necesidad de asombro romántica me obnubiló las ansias. Sin embargo, -y para qué precisarlo más- es un verso que te diera desde hace ya un tiempo. Sin necesidad de voces, como acostumbramos.
Porque el realismo mágico es mi perdición, prométeme que no acabaran con nosotras las cien soledades.
*
t e q u i e r o
*
ya sabes
ya te lo dije
caminar por el puente
se ha convertido en un "ceniza de luz" imparable en mi memoria
[y de fondo suena Cerati y me dice
cruza el amor como un puente]
muaaacks!
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